Mi cumpleaños. 5 de marzo 2007
Ayer fue mi cumpleaños y el de mucha otra gente en él mundo, pero para mi es un honor especial que el destino me haga celebrar mi cumpleaños el mismo día que el genio que escribió esto:
“Muchos años después, frente al pelotón de fusilamiento, el coronel Aureliano Buendía había de recordar aquella tarde remota en que su padre lo llevó a conocer el hielo.”
Dicen que Gabriel García Márquez cuenta que tras escribir este inicio para su novela “Cien años de Soledad” no sabía como continuar, bendita ignorancia de la que surgió una de las mejores novelas de todos los tiempos.
Yo tampoco se como continuar, mi precario lenguaje, mi rudimentaria forma de escribir, el muro que no deja escapar mis sentimientos, mi falta de valentía y de orgullo, todos estos defectos me capacitan sólo para entregaros una palabra capaz de definir mi reconocimiento hacía vosotros:
GRACIAS.
Gracias por todos los SMS que recibí, gracias a los dos tesoros que me enviaron sendas tarjetas de felicitación, ya ocupan un lugar privilegiado en mi habitación. Gracias a todos aquellos que le robasteis un ratito al tiempo y tecleasteis en el ordenador maravillosos e-mail con los que felicitarme y alegrarme el día. Gracias a toda la gente que me llamó por teléfono y me permitió oír su voz desde la distancia para guardarla en mi corazón. Gracias a mis preciados amigos de aquí de Trier, Erasmus como yo, que me han regalado una alfombra y una estantería, ya podré cuidar mejor mis libros y también mis pies, sin ellos, sin mis libros y sin mis pies no podría seguir caminando, pero tampoco lo haría sin vosotros, muchas gracias por no haberme hecho sentirme sólo ni un solo momento desde que llegué aquí.
Siempre dije que no me gusta el día de mi cumpleaños, no tengo un claro porqué para explicar esta manía, pero a lo mejor es por melancolía, no me gusta añorar a los que no están a mi lado en ese momento, como mi familia, o como mis amigos de Córdoba o como la gente que no está ahora en Trier. El hecho de que no me sienta cómodo el día de mi cumpleaños no es óbice para que sepa agradecer y reconocer que me siento afortunado una vez más de que si cada día soy mejor persona es porque cada vez me siento más afortunado por tener a la gente que me rodea, mis amigos y mi familia, vosotros sois los que me hacéis que cada año aspire a ser como vosotros, la categoría de un hombre se mide por la valía de sus amigos, gracias de corazón.
PD: Ayer me acerqué a este río, y siguiendo un sabio consejo, tiré todo lo malo que tenía dentro, todos los malos momentos han sido arrojados a una corriente que los ha sacado fuera de mí. Todo lo malo se lo llevó el río.
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